Era una tarde de sabado lluvioso, cuando tras ese paraguas vi la mirada mas bonita del mundo. En ese instante me olvidé de todos mis problemas, de todos los pensamientos que se podrían pasar por mi cabeza. Pero cuando quise darme cuenta el chico ya había desaparecido.
Durante todo ese tiempo no pude dejar de pensar en él ni un solo momento. Puse todos los medios posibles para encontrarlo pero no lo conseguí. Pasé tardes mirándola por mi ventana, días sin comer, tirada en la cama llorando, escuchando canciones que hacían que ese amor del chico que ni siquiera conocía se hiciera mas fuerte.
Ya era primavera y decidí ir a alguna parte a relajarme. Yo era una chica corriente sin mucha vida social, sin muchos amigos en los que confiar. Aquel día me senté en un banco y seguidamente note la presencia de alguien a mi lado. Era él.
Esto puede parecer irreal, pero la historia que estoy narrando ocurrió cuando yo tenia 16 años, y fue una parte de mi vida que nunca olvidaré. Necesitaba contarlo y sacar al exterior todos los sentimientos que sentí a lo largo de ese periodo.
Cuando me miró, me quedé callada sin saber que hacer. No me lo podía creer. Pasamos como varios minutos mirándonos a los ojos. Una lágrima cayó por mi mejilla cuando de repente él me besó. Yo no puedo explicar con palabras lo que sentí.
Ahora mismo ese el padre de mis hijos.